El término reactividad consiste en adoptar una actitud pasiva y quedar a merced de las circunstancias. Mientras que las personas proactivas seleccionan sus valores y se focalizan en las situaciones sobre las que pueden actuar, los individuos reactivos son manejados por las circunstancias y superados por problemas sobre los que no tienen capacidad de control.
Las personas reactivas son afectadas poderosamente por las circunstancias y el entorno influye mucho sobre ellas. Estas personas centran su preocupación en lo que otros hagan, en los problemas que acontecen a su alrededor y sobre todo, enfocan su mirada en los hechos que no tienen solución. No tienen la capacidad de actuar, se dejan llevar por los acontecimientos.
El lenguaje de nos delata
• Nuestro lenguaje, por ejemplo, es un indicador muy fiel del grado en que nos vemos como personas proactivas.
• El lenguaje de las personas reactivas las absuelve de responsabi¬lidad.
• «Ése soy yo. Yo soy así, eso es todo.» Estoy determinado. No puedo hacer nada al respecto.
• «¡Me vuelvo loco!» No soy responsable. Mi vida emocional es gobernada por algo que está fuera de mi control.
• «No puedo hacerlo. No tengo tiempo.» Me controla algo que está fuera de mí: el tiempo limitado.
• «Si mi esposa fuera más paciente…» La conducta de algún otro está limitando mi efectividad.
• «Tengo que hacerlo.» Las circunstancias u otras personas me fuerzan a hacer lo que hago. No tengo la libertad de elegir mis propias acciones.
• Ese lenguaje deriva de un paradigma básico determinista. Y en su espíritu está transferir la responsabilidad. No soy responsable, no Puedo elegir mi respuesta.
LENGUAJE USADO POR UNA PERSONA REACTIVA
• Lo intentaré
• No lo puedo hacer
• Yo soy así
• Tengo que hacer esto
• Debo
• Me desesperas!
• Mañana